Tiempo Santa Lucía

19 noviembre 2011

Reclusión perpetua por el asesinato a Mariano Bozzi


El 18 de Julio del año pasado la comunidad de Santa Lucía se conmocionó ante la noticia de un asesinato ocurrido en la ciudad. Mariano Bozzi, de 33 años, fue asesinado de seis balazos en la madrugada de ese domingo.

En horas del mediodía, trascendió que su presunto (hasta ese entonces) asesino Raúl Huici, se había entregado a la justicia. Él mismo se dirigió en su automovil hasta la ciudad vecina de Goya para entregarse en la Comisaría Primera de esa localidad.

El asesinato ocurrió en una vivienda ubicada por calle Belgrano 438, entre Juan Pujol y General Paz. En una de las habitaciones se encontraba descansando Mariano Bozzi y su novia Valeria Bher. Alrededor de las 3.45, Raúl Huici ingresó por una de las ventanas de la casa, entró al dormitorio y tomó del cuello a la mujer, madre de sus dos hijos. Bozzi quiso interferir y el agresor le efectuó seis disparos continuos. La víctima fue trasladada en una ambulancia al hospital zonal de Goya, donde falleció a las pocas horas por las graves heridas sufridas.

Se realizaron multitudinarias marchas, las cuales se efectuaron en silencio, en la que familiares, amigos, autoridades y la población en general solicitaba que este crimen no quedara impune, pedido de justicia que se hizo realidad ayer viernes en horas del mediodía.

La justicia encontró culpable a Raúl Huici del asesinato de Mariano César Bozzi, ocurrido el 18 de julio del año pasado, cuando Huici ultimó de 6 disparos, con un revolver calibre 22 a Bozzi, quien mantenía una relación sentimental con Valeria Bher, ex esposa del homicida. Fue precisamente en el domicilio de la mujer, donde Huici, cometió el asesinato por el cual fue declarado culpable y condenado a la máxima condena.

La sentencia se conoció ayer en horas del mediodía en la Sala de Audiencias del Tribunal Oral Penal de la calle España al 700, en la ciudad de Goya. Cabe señalar que la misma está integrada por los doctores Romelio Díaz Colodrero, José Luís Acosta y Julio Ángel Duarte. El Fiscal fue el doctor Carlos Gervasio Rivolta y el defensor Oficial, el doctor Ricardo Fondón.