En el marco del Programa de Buenas Prácticas Agrícolas obligatorias en frutas y hortalizas, en el cual el Ministerio de Producción a través de la Dirección de Producción Vegetal es el organismo de aplicación, se cumplió con el cuarto año consecutivo de puesta en marcha de la red de monitoreo de la principal plaga del tomate (Tuta absoluta).
La red se estableció en 26 puntos de observación distribuidos en la provincia, en las principales zonas productoras de los departamentos de Lavalle y Goya (cuenca de río Santa Lucia) y el cinturón verde de la ciudad capital.
Corrientes es una de las principales productoras de tomate para consumo en fresco del país, con aproximadamente 900 hectáreas de invernaderos. El cultivo es afectado por un micro lepidóptero llamo comúnmente como “polilla del tomate”. En su estado larval se alimentan de hojas, tallos y frutos en los que cavan galerías o minas causando severos daños, ocasionando pérdidas en el rendimiento de un 90 a 100 % si no es controlada a tiempo. La gravedad de los daños hace que sea objeto de numerosas aplicaciones de fitosanitarios.
Monitoreo y resultados
El monitoreo consiste en estimar la abundancia y distribución del insecto a través de muestreos periódicos, como una herramienta eficiente para detectar la evolución de la plaga y controlar la efectividad de las medidas adoptadas, optimizando y reduciendo en forma sustancial la aplicación de fitosanitarios. El método consiste en la utilización de trampas de agua y aceite, más un cebo con una feromona sexual que atrae a machos de polilla impidiendo el apareamiento y la reproducción. Esta tecnología es un componente muy útil en el manejo integrado de plagas, ya que incluye dos tareas fundamentales: Monitoreo y control de población a través de la utilización masiva de las trampas (trampeo masivo).
Durante la campaña 2016/2017 se realizó el monitoreo en el cinturón verde de la ciudad capital de julio a septiembre, efectuando el conteo de machos capturados cada 30 días.
Se pudo observar un incremento de la población de adultos conforme aumentaba la temperatura, pasando de 9 polillas promedio en el mes de julio a 19 en agosto inclusive, e identificándose un pico de población en septiembre, con 73 polillas promedio por trampa. A su vez también se observó disparidad en la presencia de insectos por trampa, que podría obedecer al manejo del cultivo por parte de cada productor.
En la campaña 2018 se conformó la red de monitoreo con 12 puntos de observación distribuidos en Bella Vista, Lavalle, Goya y el cinturón verde de la capital, realizando los conteos cada 30 días, durante mayo, junio y julio.
Los resultados demostraron un incremento considerable en el número capturas, alcanzando niveles muy superiores respecto a la campaña anterior, con valores mínimos de 160 capturas a máximos de más de 1000.
En la actual campaña la frecuencia de conteos se incrementó, efectuándose cada 15 días. Los resultados demuestran que la plaga estuvo presente durante todos los meses de monitoreo (marzo, abril, mayo y junio) con niveles de captura variados entre los distintos puntos de observación, con conteos de más de 1000 polillas en algunos casos.
En base a los resultados obtenidos luego de cuatro años consecutivos de estudio y observación del comportamiento de la plaga, se concluyó en que la Red se transformó en una valiosa herramienta para la toma de decisiones por parte de los productores involucrados, cuyo compromiso y participación activa fue fundamental para alcanzar los objetivos planteados.
En la próxima campaña se duplicarán los puntos de monitoreo, extendiéndose en territorialidad, y se generará una metodología de comunicación hacia todos los productores para la toma de decisiones individuales, fortaleciendo la introducción de nuevas tecnologías como el trampeo masivo.
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